miércoles, 18 de mayo de 2011

Pattaya Beach Primera parte

El Efecto Collage y la Práctica Artística Contemporánea

La luz del aspirador Fotografía-Pintura








La luz del aspirador es pintura híbrida. Combino las posibilidades fotográficas y compositivas de los distintos softwares de imagen digital, con el gesto y los materiales de la pintura tradicional. La superficie  escapa a la pureza del lienzo inmaculado. El espacio bidimensional  es de intercambios, tensiones y relaciones, está en continua metamorfosis.
La imagen-tiempo, la imagen movimiento y el gesto son fundamentales en mi trabajo. La biografía hecha cine es un lugar de exploración, manipulo la sustancia narrativa en una nueva secuencia en imágenes fijas. La película de Ed Harris sobre  Jackson Pollock es la materia prima de mi trabajo.  
La superficie contiene imagen fotográfica y cuerpo pictórico. Utilizo impresión digital sobre MDF (Madera del futuro). La pintura empieza desde del ordenaador, la imagen impresa y los materiales de la pintura generan tensión en un mismo soporte. Me interesa la fusión entre la imagen fotográfica lisa y la superficie de materia pictórica, hecha directamente con la mano donde el cuerpo vuelve al mundo, a través del cuerpo de la pintura. El gesto manual constituye un ritmo corporal que mezclo en un ritmo tecnológico. Pintura, dibujo y fotografía finalmente imagen.
William Fernando Aparicio Marzo de 2008

Cuando la imagen pictórica se propone cómo encuentro

Transitar por la Obra de William Fernando Aparicio es encontrarse con la fusión de dos tiempos, el tecnológico que emerge del color de la imagen fotografiada y el pictórico que se resuelve como queriendo atrapar lo fugitivo de éste juego.
Es así cómo su pintura  se define rica en grises y pinceladas expresivas de sutil encanto abstracto, que nos invitan a percibir un mundo producto de lo mediático, pero cercano en afectos por la vibración sensible con la que resuelve sus tejidos de mancha e imágenes gestuales.
Las composiciones que nos propone, habitan en el espacio que bien sabe desempeñar Aparicio; lo pictórico, donde la posibilidad de generar vínculos entre una forma que pretende sin lograrlo, develarse nítidamente ante el lente, y la velocidad del gesto en el acto de pintar, confluyen eficazmente estos dos caminos contrapuestos en lo que fundamenta su Obra.
Son también paisajes, o podríamos decir, ambientes cromáticos de velos grises que dibujan la metamorfosis de la imagen que sugiere definirnos, el acto de su pintura revindica el interés por el proceso de creación, su técnica mixta trabajada capa tras capa, abstrae y articula la percepción cromática que oscila entre el negro y el blanco, es decir; pasando por todos los matices de la escala grisácea con la que nos construye ésta mirada introspectiva.
Su expresión comparte con Pollock el encuentro místico con la superficie que registra toda su emoción, la pintura de Aparicio se propone como dialéctica de ése encuentro en que por supuesto el espectador se ve invitado a deambular entre sus trazos para crear su interpretación.             

Por: Mauricio Prada
Magíster: Historia y Teoría del Arte y la Arquitectura
Universidad Nacional de Colombia